El profesor Massimo Caputo del Instituto del Corazón de Bristol ha utilizado unas inyecciones innovadoras de células madre para corregir el defecto cardíaco de un bebé llamado Finley. Ahora, espera no tardar en desarrollar esta tecnología para que los niños con cardiopatías congénitas no necesiten tanta cirugía, ya que a lo largo de su vida pueden llegar a someterse a muchas operaciones de corazón.
Hoy en día Finley tiene dos años y sigue creciendo felizmente gracias a las células madre mesenquimales que le inyectaron. Pero cuando nació, una de las arterias principales de su corazón estaba invertida, y se sometió a su primera operación a corazón abierto con tan solo 4 días de vida, sin embargo, la cirugía no resolvió el problema, por lo que su corazón se deterioró significativamente.
Después de que el bebé estuviera semanas en cuidados intensivos, y de que pareciera que no había forma convencional de tratar su dolencia, sus padres decidieron probar con un nuevo procedimiento con células madre mesenquimales, células madre multipotentes que se encuentran en la médula ósea y son importantes para fabricar y reparar tejido esquelético, cartílago, y hueso. De este modo, el profesor y médico Caputo inyectó millones de ellas en el músculo cardíaco de Finley. Las células mesenquimales tienen la capacidad de regenerarse y convertirse en tejido, y en el caso de Finley, han logrado regenerar su músculo cardíaco dañado.
El tejido artificial normalmente se usa en bebés para reparaciones cardíacas, pero puede fallar y no crece al mismo tiempo que el corazón, por lo que a medida que los niños crecen, necesitarán operarse constantemente.
Después de este caso exitoso, el profesor Caputo espera que se lleve a cabo un ensayo clínico con las células madre en los próximos dos años, para mejorar la calidad de vida de estos niños, como Finley.