Al nacer, los bebés pueden ver desde el primer momento, aunque su vista es limitada y su retina aún no está completamente desarrollada. En general, los recién nacidos distinguen objetos a una distancia de entre 20 y 30 cm, que es aproximadamente la distancia que hay entre la cara de la madre y el bebé cuando se encuentra en brazos. Es por eso que, cuando un adulto se acerca al bebé, éste trata de fijar su mirada en la cara del adulto, aunque pierde el interés rápidamente si no hay objetos cercanos. Es importante tener en cuenta que, aunque la vista del recién nacido está en proceso de desarrollo, puede percibir cambios en la intensidad de la luz y ver los colores en tonalidades grisáceas.
A partir de los 15 días de vida, el bebé empieza a reconocer a su madre y a su padre, aunque todavía no puede verlos perfectamente. El bebé reconoce a sus padres por las formas y volúmenes y los asocia con su olor, voz y presencia. Es por eso que los recién nacidos se sienten cómodos y seguros en los brazos de sus padres.
A medida que el bebé crece, su capacidad visual mejora. Al mes de edad, el bebé enfocará brevemente objetos a una distancia de hasta 90 cm, y poco a poco va aprendiendo a concentrarse en el centro del campo visual. Este aprendizaje en el enfoque es el que en ocasiones provoca un cruce de ojos, esa mirada estrábica que hace parecer que el niño está bizco durante unos segundos.
A partir de los 2 meses de edad, el bebé comienza a percibir caras, ya que el limitado alcance de visión que tenía al nacer va aumentando gradualmente y por ello comienza a focalizar mejor. Sus ojos se coordinan y ya no bizqueará cuando se acerquen objetos demasiado. Jugará con sus pies y manos y se dirigirá acertadamente hacia los objetos que desea manipular. Practicar la coordinación ojo-mano será muy divertido para él y para ti. Además, alrededor de los tres meses de edad, fijará su mirada en un juguete a metros de distancia, te verá cuando estés al otro lado de la habitación y te sonreirá cuando te asomes a la puerta.
Cuando el bebé tiene 4 meses, su vista se vuelve más sensible a los colores. Ya no ve el mundo en blanco y negro como en las primeras semanas de vida. A los 4 y 6 meses, el bebé experimenta una gran evolución en su capacidad visual. La visión binocular se desarrolla y el bebé puede diferenciar más tonos de color. Reconoce objetos, los busca con la mirada y puede ver a más distancia.
A los siete meses, el bebé ya puede calcular distancias y su coordinación mejora. Empieza a jugar con sus manos y a agarrar juguetes con más facilidad. Además, puede distinguir todos los colores y observa con atención todo lo que se mueve a su alrededor.
A partir de los 12 meses, la vista de los bebés está más desarrollada y pueden distinguir objetos de cualquier tamaño y color. Pueden reconocer juguetes incluso si solo ven una parte, y pueden enfocar a cualquier distancia y profundidad. A esta edad, los bebés tienen un gran interés en explorar el mundo que les rodea y se desplazan gateando o dando sus primeros pasos. Es importante tener en cuenta que la visión de los bebés necesita un proceso de desarrollo y aprendizaje, y que cada niño tiene su propio ritmo de crecimiento.
fuente: https://alvarobilbao.com/cuando-empiezan-a-ver-los-bebes