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¿Es normal que los niños y niñas hablen solos?

¿Alguna vez te has encontrado a tu hijo hablando consigo mismo en su habitación mientras juega o hace algo? Si es así, es probable que te hayas sorprendido, pero no hay por qué preocuparse.  Según los expertos, hablar con uno mismo es, además de enriquecedor, un signo excelente de capacidad cognitiva.

Una investigación publicada en la revista Quarterly Journal of Experimental Psychology determinó que hablar con uno mismo (tanto en adultos como en niños) es una herramienta que ayuda a mejorar el aprendizaje, ya que incrementa la concentración y el rendimiento.

Mercedes Bermejo -directora y psicoterapeuta infantil de Psicólogos Pozuelo- destaca que esta praxis tiene muchas más ventajas cuando se trata de niños pequeños ya que enriquece su adquisición y entrenamiento del lenguaje, ayuda en diferentes procesos cognitivos y a lograr que sus pensamientos sean más precisos y certeros.

Según comenta la experta en psicoterapia, es normal que los niños hablen solos porque este hecho (conocido como ‘soliloquios’) forma parte de su proceso evolutivo. Los soliloquios “ayudan a que puedan experimentar todo su mundo interno y poder ponerlo fuera a través de su creatividad, de su fantasía y de su juego simbólico”, señala Bermejo.

Por ende y explicación de la psicóloga, hablar solo a esas edades “es una manera de vincular su mundo interno y su mundo mágico con su mundo externo”. Esto contribuye a que los más pequeños generen un espacio de reflexión consigo mismos para poder organizar mejor sus ideas, dirigir mejor sus conductas y así estimular la autorregulación.

En resumen, estos son algunos de los beneficios de que los niños hablen consigo mismos:

  • Es una herramienta para estimular y vincular su mundo externo con su mundo interno.
  • Les ayuda a autogestionar su comportamiento.
  • Ayuda a mejorar su capacidad de comunicación y a estimular el lenguaje.
  • Estimula la capacidad de aprendizaje.
  • Les ayuda a poder organizar su cerebro de una manera más lógica y poder organizar sus pensamientos de forma más coherente.
  • Puede ser de mucha utilidad para la resolución de conflictos y problemas.

Esto no quiere decir que haya que incitar a los niños a que hablen solos. Si lo hacen, deben hacerlo de forma natural. Tal y como indica Mercedes “es importante respetar que los niños se sientan seguros y cómodos en cualquiera de sus expresiones emocionales y verbales». No se trata ni de reforzarlo, ni de prohibirlo, simplemente de aceptarlo como normal y positivo.

Fuente: SerPadres.